La Plata, 16 de junio de 2013
Fr. WILSON OSSA BETANCUR OCD
Ciudad de Dios
Villa de Leyva.
Mi querido hermano:
PAZ, ALEGRÍA Y ESPERANZA EN EL SEÑOR
Al mirar desde lejos los acontecimientos vividos en La Plata,
en nuestra comunidad y en la ciudad, por supuesto pasándolos por la
mirada de la oración, o mejor, dejando que ella los empape y los llene
de esperanza. Quiero darle gracias a Dios por tu presencia en nuestra comunidad esos días nada fáciles, pero llenos de Dios y de esperanza.
Quiero
decirte públicamente, recogiendo la voz y el silencio de tantos que
pasaron entre nosotros esos días dándonos la mano y todo lo que tenían
para levantar nuestro ánimo y darnos la fuerza para animar a los que
estaban a nuestro lado en la ciudad que sufrían lo mismo que nosotros. Pero tengo que reconocer que tu presencia orante y llena de paz animó a todos en ese momento. Y
tantos de ellos que a lo mejor ni conocías vieron en ti eso que
necesitaban descubrir: la presencia de Dios, que te hizo contemplativo
al estilo de Teresa. Es decir como lo dice ella misma como el que está presente y con ganas de servir. Eso
mismo fue lo que vieron muchos de ellos sin que te dieras cuenta,
porque tu estabas tan atareado en hacer como se hace cuando se empieza a
orar, limpiando todo lo que no servía para hacer el camino de la
oración y de la vida en esta casa. Y lograbas orar días
enteros llenando con tu sudor las largas horas del primer momento de
recupe-ración logrando convertir en oración esos primeros momentos
interminables llenos de escombros y de miserias como las que todos
nosotros deberíamos detenernos a sacar de nuestras historias para así
poder caminar en esperanza en la vida de todos los días.
Gracias por la escucha paciente de la gente que tuviste todos esos días y la Eucaristías que presidiste llenando con la Palabra y la fe el camino de la reconstrucción de todas nuestras vidas.
Todos
estamos de acuerdo que tu presencia fue providencial para todos
nosotros y que lo que hiciste, si te preguntáramos, dirías que era lo
menos que podías hacer por nosotros pero si lo lees desde la economía de
la Gracia, fue toda una bendición para toda esta comunidad. Y
este es el eco de lo que quiero recoger de lo sucedido y de lo cual ni
te diste cuenta porque estabas tan ocupado en dar la mano que no tenías
tiempo para ello. Eso es entonces lo que te quiero decir con estas
letras salidas también de la Fe, la Esperanza y el Amor, ya que todo nuestro camino debe ser teologal. GRACIAS que brotan de nuestro corazón agradecido de toda esta comunidad de La Plata.
fco. Javier Jaramillo j. ocd