Subiste al Tabor, y lejos de olvidarnos,
nos invitaste a escalar contigo.
¿Se puede pedir algo más, a un amigo, Señor?
Ascendiste al Tabor, y sin dejarnos de lado,
nos hiciste partícipes de algo, que lejos de ser sueño,
fue gloria, presagio, anuncio, pasión, muerte y futuro.
¿Se puede pedir algo más, a un amigo, Señor?
Te alejaste, por un momento, de los que solicitaban tu mano
para quedar sanos
tu mirada para recuperar la fe en su vivir
tus pisadas, para saber por dónde caminar.
¿Se puede pedir algo más, a un amigo, Señor?
Nos cogiste, Señor, y para que supiéramos lo qué era el bien
nos hiciste testigos de una Gloria
de un triunfo, de una cruz, de una pasión
y de una Resurrección que, a todos los que creemos, nos espera
¿Se puede pedir algo más, a un amigo, Señor?
Trepamos contigo, Señor, a la montaña
y, con nuestros ojos abiertos al Misterio
supimos que algo extraordinario ocurría delante de nosotros:
una voz del cielo, dos rostros conversando contigo y un cielo abierto
¡Qué bien, Señor, estábamos en ese momento!
¿Se puede pedir algo más, a un amigo, Señor?
Sólo sabemos, Señor, que somos tus amigos
y que, todos los domingos, en la Eucaristía
nos rescatas del mundo a la Gloria de Dios
del sin sentido, a la sensatez
de la mentira, a la verdad
de la debilidad, a la fortaleza
de la muerte, a la Resurrección.
Sólo sabemos, Señor, que algo bueno tenemos
cuando, siendo como somos,
compartes con nosotros estos momentos de bienestar para el alma y para la vida.
Amén.
domingo, 24 de febrero de 2013
domingo, 17 de febrero de 2013
Acción de gracias
NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
Que no abandone ni olvide a Dios, y sea mi fuerza
Que no olvide la oración, y me sienta escuchada mi plegaria
NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
Que no sea más importante lo material que lo espiritual
Que no dé importancia a las cosas más que a Dios
NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
Que el ruido no sea más fuerte que el silencio
Que las dificultades no sean mayores que mi fe
NO ME DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
Que la caridad salga siempre por mis manos
Que mis labios alaben y bendigan al Señor
miércoles, 13 de febrero de 2013
Cuaresma para la Fe
Señor:
Un año más me convocas al ascenso hacia la PASCUA.
Soy consciente de que, tal vez, me encuentras
con las mismas dudas y batallas de siempre
¡Perdóname, Señor!
Quisiera rezar, y siempre encuentro mil excusas
Sacrificarme, y me digo que son cosas del pasado,
Darme generosamente, y pienso que tal vez,
algunos, se aprovechen de mi buena voluntad.
Tú, Señor
sales a mi encuentro, para levantarme de nuevo
y recuperar las ganas de creer y de vivir en Ti.
Sales a mi paso, para que mirándote a los ojos,
descubra que merece la pena seguirte.
Caminas hacia el calvario, para hacerme entender
que la vida es grande cuando, al igual que la tuya,
se ofrece por salvar y garantizar una vida eterna a los demás.
¡Ayúdame, Señor!
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