jueves, 25 de junio de 2009

Recordando a Pancho...

fco. javier Jaramillo j. ocd

Dios nos hizo el regalo de conocer y caminar con alguien que ya disfruta de la cercanía de Dios. También nosotros podemos experimentar a Dios, pero él, Pancho, goza de Dios. Hace dos años mirando al infinito y a la cercanía cerró los ojos, esos ojos llenos de misericordia y de humanidad que iluminaron tantas vidas y alegraron tantas historias y nos llenaron de paz y de esperanza.

Hace dos años, que parecen apenas unas horas terminó su jornada y Dios lo acogió con alegría en sus manos y lo llenó de todo lo que Él tiene para nosotros. Calmó sus penas y lo vistió de la serenidad que brota de conocer y amar a Dios. Yo lo conocí danto todo lo que tenía para su gente empezando por sus hijos, a los que amaba sin medida. Oírle hablar de ellos era una gozada, cuando hablaba de su Marina y de Germán, se le llenaba la vida y por ellos sentía ganas de vivir y acompañarlos siempre. Ellos eran el faro de lo que llevaba dentro.

Y desde ellos nos amaba también a los que tuvimos la suerte de vivir junto a él. Yo no tengo palabras de agradecimiento para cada uno de sus gestos silenciosos y concretos para ayudar cada instante de la vida. Y en nosotros, Pancho amaba a Dios. Nos cuidaba y nos mimaba para que hiciéramos lo mejor y nos estimulaba para crear con la capacidad que teníamos para mostrar ese rostro de Dios. Gracias, Pancho, por tu presencia en nuestras vidas y en nuestra búsqueda. A mí me introdujo en la realidad de Argentina para que me enamorara de todo esto que me regaló el Señor en La Plata.

Con él compartimos cada Eucaristía, y por lo mismo tengo que decir que me sentía arropado con su presencia y su oración. Verlo y escucharlo recitar la oración litúrgica que la vivía en su corazón y favorecía para que todos lo hiciéramos. Verlo vivir la Eucaristía nos llenaba de alegría y de paz. Casi diría que Dios nos amó desde él. Hoy he orado todo el día su presencia y su estímulo. Por eso quiero compartí con uds. todo esto para decirle a Dios gracias por su presencia en mi vida y en mi historia.

Pero también tengo que decir que desde él me encontré con todos uds. Que son mi regalo de hoy y desde donde hago mi camino. Pancho gracias y que desde el cielo nos bendigas y acompañes

Fco. Javier ocd