martes, 20 de marzo de 2012

Este es mi barro

Este podría ser un escrito de mi pluma y que recoge la vida, pero es el de un amigo

ESTE MI BARRO


“Cansada está mi arcilla, Señor y se ha rajado, al golpe de los días, de los dolores y los desengaños.

El paso de la lluvia y el del viento sus huellas me dejaron como un tatuaje adolorido y hondo en la piel de mi barro.
Pero, serenamente contemplo mi vasija, así puesta de lado en la penumbra de un rincón sin nombre, bajo un silencio rítmico y arcano.
No me olvides, Señor en esta hora; soy un pobre cacharro pero que aún conserva muy fielmente las huellas digitales de tus manos.
Los Juncos y las hierbas me rodean; le hacen cuna a mi vaso, y en este atardecer en que mi vida se pinta de un gris pálido, vuelvo a sentir tu omnipotente fuerza en el temblor doliente de mi barro.
Siento que me moldeas nuevamente; llega hasta mí tu hálito y contemplo sin pena mis bordes desbordados y las grietas oscuras de mi arcilla por donde ya quizá se ha evaporado toda mi agua y mi sed… y mis aromas; y mis anhelos… y mis sueños vanos… y hasta parece que mi ser se escapa de mi polvo, Señor. Mas sin embargo hoy sé que estás más cerca, más que nunca de este mi barro, y que mi arcilla quebrantada y rota se hace polvo de estrellas en tus manos”.


Calixto