sábado, 7 de diciembre de 2013

Vamos a Belén


“Sintió compasión por ellos porque andaban extenuados y abatidos como ovejas sin pastor” (Mt9)

 El niño de Belén, con sus bracitos abiertos, parece decirnos: “Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados que yo los aliviaré”. El compasivo Dios hecho carne, debilidad humana, nos invita en su mansedumbre y humildad a abandonarnos en las manos de Dios y a descansar.

 Lo que nos agobia y nos agota, dice san Juan de la Cruz, son nuestros apetitos desordenados, ...especialmente la soberbia, la codicia, la concupiscencia, apetitos de honor y respeto, de posesión, de placer exagerado. El pequeño niño, nacido en un establo, en su pureza y sencillez nos invita con El a descansar en la paz que da el estar sostenido por el Espíritu del Padre, hermosa tarea de adviento que redunda en la alegría.

 Como ovejas sin pastor, a veces vamos desorientados y heridos por nuestras pasiones, el dulce guía de nuestras almas, hecho niño, nos viene a curar y sanar, a liberar de las ataduras a orientar nuestras vidas: “Con tus propios ojos veras a tu maestro y oirán tus oídos una llamada a la espalda que te dirá cuál es el camino que debes seguir”, profetizaba Isaías.

 Los sabios de milenarias culturas, los grande s filósofos, han concluido que el encuentro con la verdad genera en el alma este abandono en las manos del creador, la suma ciencia es hacerse niño asombrado del ser que existe, es la suma ciencia que se puede alcanzar. Descansar en las manos de María, que unida a Dios, nos regala su ternura y fortaleza, en ella Dios escucha nuestros gritos, nos consuela, nos nutre. Vamos a Belén nos espera el pan dulce y tierno horneado en el fuego de amor de María y José, nos espera nuestro Buen Pastor, nuestra Paz.

Fray Wilson Dario Ossa Betancur ocd

No hay comentarios: